Tienen que transmitir bienestar y quietud y todo debe ayudar a conseguirlo. Se trata de sentirse a gusto y, en esto, la decoración tiene mucho que decir.
Empecemos, por tanto, hablando de la iluminación y el color ya que para crear esa atmósfera tranquila y relajante hay que prestar especial atención al entorno y adaptar los tonos de las paredes y el mobiliario al ambiente. Mejor elegir colores claros y frescos, que potencien la luminosidad, como el blanco o los tonos piedra o marfil.
Se trata de buscar la comodidad. Se trata de encontrar, por tanto, soluciones prácticas y sencillas, pero también decorativas, como nuestra cama diván Marbella. Ideal para este tipo de casas, donde destaca el lado funcional de los ambientes.
En cuanto a la sala de estar y los comedores, éstos cobran especial importancia en las segundas residencias, ya que son el espacio familiar por excelencia, donde disfrutar de largas veladas, tanto de día como de noche. Por eso, no pueden faltar cómodos sofás o sillones y una mesa espaciosa para las eternas sobremesas.
En las casas de vacaciones más que en ninguna, los exteriores también existen. Jardines, porches, balcones o terrazas, hay que sacarles el máximo partido e integrarlos dentro del estilo de la vivienda…
Como habéis podido ver, tener monas y hacer confortables las casas de vacaciones no es algo tan complicado ni costoso. Así que toma nota de estas ideas y disfruta de un merecido descanso.
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